Errores frecuentes después de perder una gran mano
Perder una gran mano deja una sensación descorazonadora. En algunos casos, perderás porque jugaron mejor que tú. En otros, será una carta la que decida tu destino. De cualquier manera, el sufrimiento es real.
Dicho esto, perder una gran mano en el poker no es el fin del mundo. Si estás administrando adecuadamente el bankroll, que sería lo lógico, la mano en sí no debería afectar demasiado tu sesión de juego.
Lo más importante es que puedas manejar las emociones que conlleva perder una gran mano para que no quedes “tildado” y cometas errores que te cuesten aún más caro.
Quedarse “tildado”
“Tildado” o “en tilt” es un término que usan los jugadores de poker para describir a alguien que pierde el control de sus emociones. Concretamente, de un modo que daña la calidad de su juego. Es un estado muy desagradable. Con frecuencia conduce a errores devastadores que normalmente se podrían evitar.
En caso de perder una gran mano, el riesgo está en que experimentes ira o frustración, y eso impacte en tu juego. Si sucumbes a estos estados, tu capacidad de discernir se verá afectada. Y te resultará difícil saber si estás realizando las jugadas correctas.
Técnicamente hablando, quedar “tildado” no es un error en sí mismo. Es más bien la raíz causal de los errores que derivan de perder una gran mano.

Arrojar el resto de tu pila
Este es el error más frecuente después de perder una gran mano. Y cuesta caro… ya que suele provocar que quedes fuera del torneo demasiado pronto. En este caso, el pensamiento suele ser: “He perdido la mayor parte de mi pila, ¿qué sentido tiene seguir jugando?”.
Puede que ni siquiera estés pensando con claridad. Esta emoción podría emerger como consecuencia de la frustración. De cualquier manera, desde afuera resulta inmediatamente evidente por qué esto es tan dañino.
En esos momentos, te viene bien recordar el viejo refrán: “mientras haya una ficha y una silla, hay esperanza”. Eso significa que puedes repuntar, aunque tu pila solo sea una ciega grande. Se puede y sucede. Así que esmérate e intenta recuperar tu pila.
Perseguir las pérdidas
Esta es otra versión de cuando pierdes tu pila, pero en general se manifiesta como un modo menos evidente de quedar “tildado”. En lugar de perder todas tus fichas de un plumazo, cambias tu forma de jugar para tratar de recuperar lo que tenías. Sientes que las fichas que perdiste te pertenecen por derecho.
Y así cometerás el error de perseguir al jugador que se llevó tus fichas. Como si fuese una cacería para reclamar lo que es tuyo. O bien, adoptarás un enfoque más general y perseguirás a cualquiera en la mesa hasta que logres repuntar.
Perseguir las pérdidas de esta manera no va a funcionar. Además, podría desencadenar muchos más errores que agravarán tu error inicial. Entonces, en lugar de pensar o actuar de esa manera, continúa enfocándote en tomar las mejores decisiones posibles.
Jugar con miedo
En el extremo opuesto del espectro, puede que quedes asustado tras perder una gran mano.
Eso puede ocurrir debido al impacto de una mala racha. Se torna difícil “confiar en las cartas”, y pensarás que todas las futuras manos irán en tu contra. O puede ocurrirte cuando te vencen en el juego porque te impulsa a encerrarte en ti mismo para evitar futuras confrontaciones.
Alejarte de la acción no te llevará a ninguna parte. Las ciegas se comerán gradualmente tu pila y te convertirás en un blanco fácil para los jugadores agresivos. Rápidamente se darán cuenta de que pueden atacarte para llevarse los pozos.
Como en todos los errores descritos aquí, trata de volver a enfocarte y jugar tu estrategia de poker más sólida.
Realizar cambios exagerados
Después de perder un gran pozo, tendrás que adaptarte a tu nueva situación. Eso significa hacer un balance del tamaño de tu pila, de la nueva pila de tu contrincante y de cómo el pozo podría afectar la dinámica de la mesa.
También es útil tomar notas sobre tus contrincantes para recabar nueva información. Te servirá para ser consciente de tu propia imagen en la mesa y para saber cómo el hecho de perder la gran mano podría afectar las percepciones de los demás sobre ti. Todos estos cambios resultan útiles.
El error aquí radica en comenzar a realizar cambios excesivos tras perder una gran mano aplicando el enfoque exactamente opuesto al que venías usando cuando perdiste.
Por ejemplo, si perdiste un pozo porque te atraparon usando un farol, un cambio exagerado sería que nunca más vuelvas a usar faroles. Si igualas a alguien que tiene las mejores cartas, un cambio exagerado sería no volver a igualar a nadie a menos que tengas las mejores cartas.
Hacer cambios drásticos es positivo cuando tiene sentido y no se aleja de tu estrategia. Si crees que cometiste un gran error en el pozo, toma nota del historial de manos… Y analiza la situación más adelante para ver qué mejoras podrías hacer.