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Preguntas para plantearte cuando sufres malas rachas

noviembre 28, 2024
de PokerStars Learn

Tal vez sean difíciles de enfrentar, especialmente si recibes la bofetada de un afortunado doble par cada vez que ligas ases. Pero las malas rachas son parte del juego. Siempre van a estar allí y todos las experimentaron.

Una mala racha nunca será algo agradable. Sin embargo, si las ves en perspectiva y te enfocas en jugar el mejor poker posible, podrás minimizar su impacto tanto en las emociones como en los resultados.

Estas son cinco preguntas que puedes hacerte si sufres una mala racha.

¿Qué tan mala fue?

No todas las malas rachas son iguales. Entonces, la primera pregunta es: ¿qué tan mala fue realmente?

  • 60/40: dos cartas más altas contra las cartas más bajas suele ser una ecuación 60/40 antes del flop, por ejemplo, As-K frente a Q-J. En este caso, eres casi un favorito, y eso es suficiente como para querer meter tus fichas en el centro. Pero ten presente que tu contrincante ganará el 40 por ciento de las veces. No esperes ganar todas las veces.
  • 80/20: los ases contra un par inferior es una relación 80/20, lo que significa que tu contrincante ganará, en promedio, una de cada cinco veces. Esas probabilidades son tan buenas que te endulzarás. Y cuando un contrincante ligue un proyecto, te dolerá mucho. Pero es completamente normal perder algunos de estos pozos.
  • Una derrota indignante: las derrotas más indignantes son aquellas en las que tienes una gran ventaja y los contrincantes solo tienen unos pocos outs. Tienen un 5 por ciento en el flop y, en cierto modo, tal vez ni siquiera deberían estar en el pozo, y de repente ligan la carta milagrosa. ¡Caray!

Es importante mantener las malas rachas en perspectiva. Eso te ayudará a regular tu estado anímico si logras hacerte a la idea de que un 60/40 en realidad no es una mala racha en absoluto. Y que es de esperar que los 80/20 se darán algunas veces. Podrás desmenuzar las manos más indignantes a medida que adquieras experiencia.

 

¿Estoy en tilt?

Las malas rachas realmente lastiman. No son solo los porcentajes los que las hacen difíciles de digerir, sino también la situación. Si llegaste a instancias avanzadas en un torneo, por ejemplo, una mala racha te afectará mucho más que si hubiera ocurrido en las fases intermedias, con menos en juego.

En cualquier caso, tu principal prioridad tras sufrir una mala racha es calmarte. Si sigues jugando pozos estando enojado, existe la posibilidad de que te pongas demasiado agresivo y arrojes fichas, o de que actúes de forma irracional en lugar de desplegar tu mejor juego de poker.

Si estás jugando una partida regular, no dudes en hacer una pausa. En los torneos, te servirá respirar profundo y frenar tu agresividad. Cambia por un enfoque más conservador hasta que sientas que tus emociones se apaciguan.

¿Qué puedo aprender sobre mi contrincante?

Si has sufrido una mala racha, significa que tu contrincante tiene sus fichas guardadas. Esto puede ser totalmente legítimo, como es el caso de los “coolers“, en los que ambos jugadores tenían manos fuertes o razones para justificar sus apuestas.

De todos modos, las malas rachas muchas veces te darán la oportunidad de aprender algo nuevo sobre otro jugador. Tómalo como un premio consuelo. ¿Cómo jugaron la mano? ¿Cometieron un error grave? Si es así, toma nota de sus acciones para poder explotarlas más adelante.

Eso también te ayudará a reenfocar tu energía en el poker y no en el enojo por la mala racha. Es una forma de transformar esa energía en información útil.

¿Hay algo que podría haber hecho diferente?

La siguiente pregunta que debes plantearte es si podrías haber jugado distinto en la mano. Muchas veces, cuando se trata de una verdadera mala racha, la respuesta es que simplemente jugaste lo mejor que pudiste. El resultado fue azar puro y, a pesar de tener las mejores probabilidades, estabas en el lado equivocado.

Eso no significa que no debas reflexionar un poco acerca de la mano y de cómo se jugó. Analiza minuciosamente las mejores decisiones que tomaste antes del momento de la derrota. Siempre vale la pena analizar tu juego.

¿Cuál es mi situación después de una  mala racha?

Cuando te hayas calmado y aprovechado al máximo la información que lograste recopilar de la mano, será hora de preguntarte: ¿cuál es tu situación después de la mala racha? ¿Todavía tienes fichas? ¿Cuántas ciegas grandes te quedan? ¿Se da que el pozo cambia la dinámica de la mesa?

El propósito general de este planteo es que dejes de pensar en las malas rachas y te enfoques en estar preparado para cuando llegue tu momento en el próximo pozo. Parte de esto implica reevaluar tu situación en el torneo, por ejemplo, analizar cómo los cambios en las pilas afectan la mecánica de juego en general.

Al hacerte esta pregunta tras sufrir una mala racha, podrás avanzar rápido y seguir explotando tus mejores habilidades de juego.

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