¿Estás resubiendo lo suficiente? Lee la descripción y descúbrelo.
Una resubida es una jugada poderosa en el poker, que puede incrementar el pozo al instante o forzar a un jugador a retirarse. No siempre resulta fácil apretar el gatillo, pero aprender cómo y cuándo conviene resubir mejorará drásticamente tu tasa de ganancias.
Los jugadores sin experiencia tienden a no resubir con la frecuencia suficiente, y solo resuben con sus manos más fuertes. En principio, eso no está mal. Pero perderás mucha rentabilidad si solo realizas resubidas con ases y reyes… y sobre todo, te volverás muy predecible.
Entonces, ¿estás resubiendo lo suficiente? Lee la descripción y descúbrelo.
¿Cuál sería un porcentaje de resubidas normal?
Teniendo en cuenta todas las variables y todas las posiciones, un porcentaje normal de resubidas oscila entre el 6 % y el 11 %.
Hay ciertas situaciones que son mucho más favorables que otras para resubir. Por ejemplo, cuando estás en posición contra un determinado tipo de contrincante. En breve abarcaremos estos factores con más detalle.
Por ahora, echemos un vistazo al desglose de manos. Si resubes con un 6 % de las manos, significa que solo incluyes las manos muy fuertes. Es decir, ases, reyes, reinas, tal vez jotas, junto con pares como as-rey y as-reina.
Si solo resubes con esas manos, te estás quedando corto. Ese sería un rango muy ajustado. Como mínimo, tendrás que usar faroles en algunas manos fuertes a fin de equilibrar el rango, las manos que ligan bien en el flop o que tienen bloqueadores, como J-10 y As-5.
Cuando hayas agregado algunos faroles para equilibrar tu rango de resubidas, probablemente estés más cerca del 7 % al 9 % de las manos. Rara vez harás resubidas con faroles desde la primera posición, salvo en las ciegas. E incluirás más manos cuando estés en posición contra rivales débiles.

Principales factores para tener en cuenta al resubir
Dado que del 6 % al 11 % es un promedio estimativo, habrá ocasiones en las que realizarás una resubida mucho más amplia, dependiendo de la situación. Hay varios factores que debes considerar a la hora de decidir cuándo y con qué frecuencia conviene resubir. Entre ellos, se incluyen:
Tu posición y la posición del jugador que abre subiendo.
En primer lugar, te convendrá resubir con más frecuencia cuando estés en posición, como en el botón o a la derecha del botón. En ese caso, quedarán menos jugadores para jugar detrás de ti que puedan igualar o ligar una gran carta y una cuarta apuesta.
Tendrás mejor posición que el jugador que sube la apuesta inicial si él iguala tu resubida; eso te dará más posibilidades de ganar el pozo por otros medios. Ya sea con apuestas de valor cuando ligues o con faroles.
También debes considerar la posición del jugador que sube la apuesta inicial, ya que eso te ayudará a deducir su rango de apertura. Si te enfrentas a un jugador que sube en primera posición, es más probable que sí tenga una mano muy fuerte. Por otro lado, un jugador que sube en última posición podría tener una amplia variedad de manos.
En general, te convendrá aferrarte a las manos de valor frente a los jugadores que suben en primera posición… Sin olvidarte de incluir más faroles y manos de fuerza media contra jugadores que suben en la última posición.
Tamaños de las pilas
Cuando resubes, los tamaños de las pilas son importantes por varios motivos. En primer lugar, nunca te conviene aportar al pozo realizando una resubida si no estás dispuesto a igualar con el resto de tu pila. En general, si pones un tercio de tu pila o más en el centro antes del flop, deberías estar dispuesto a avanzar hasta el final.
Si las pilas son altas, no tendrás este problema, ya que podrás subir y retirarte. Si la pila es mediana, tendrás que pensar detenidamente antes de resubir por si acaso te compromete.
Por otro lado, si tú o tus contrincantes tienen pocas fichas, generalmente puedes relajarte y resubir con más liviandad, aplicando la máxima presión con menos riesgo.
Adapatarse a los contrincantes
Es posible elaborar un tipo de rango general de resubidas según la posición y el tamaño de las pilas, pero esta no será la manera de ganar más fichas. Para aprovechar al máximo las resubidas, tendrás que adaptar tu enfoque a cada contrincante y a la dinámica de la mesa en general.
Por ejemplo, si un contrincante es muy cauteloso y solo sube con manos muy fuertes, no apuntará demasiado a resubir de forma ligera. Cuando un jugador cauto sube, suele tener manos excelentes con las que podría igualar o realizar una cuarta apuesta.
Por otro lado, los contrincantes que son muy arriesgados podrían subir con manos mediocres e incluso pésimas manos con las que les resultará muy difícil igualar una resubida.
El contrincante ideal para echarse un farol en una resubida es un jugador arriesgado que se retira cuando le ofrecen resistencia. El contrincante ideal para resubir en busca de valor es un jugador arriesgado que iguala con demasiada frecuencia frente a las resubidas.
Consejos generales:
- Ajusta tu rango de resubidas cuando estés fuera de posición, cuando una resubida te comprometería con el pozo o cuando tus contrincantes solo suban con manos fuertes.
- Relaja tu rango de resubidas cuando estés en posición, con pilas grandes o muy escasas, ante jugadores que suben de forma arriesgada. Echa más faroles si se retiran con demasiada frecuencia, y usa un rango de valores combinado si igualan con manos malas.