Control del Bote – 5 consejos
Construir el bote suele ser necesario y generalmente resulta divertido, pero, a veces, es importante mantener congelados los botones de apostar y subir. El control de bote es el arte de mantener el bote en un tamaño manejable cuando tienes una mano que no se va a beneficiar de una apuesta o una subida. Detectar con precisión los momentos en los que es necesario hacer esto es lo que separa a los jugadores agresivos fuertes y selectivos de los agresivos débiles e inconscientes. Profundicemos un poco más.
Pasa con las manos estables de fuerza media
Una mano estable es aquella que no suele ser vulnerable a las cartas siguientes que mejoran el rango de tu oponente en una frecuencia alta. En otras palabras: puede que tu mano no vaya por delante, pero si es así, tiene mucha ventaja. También solemos referirnos a estas manos como a situaciones en las que vas o muy por delante o muy por detrás. Veamos un ejemplo:
imagina que un jugador desconocido abre desde la ciega pequeña y hacemos 3-bet desde la ciega grande con K♣ Q♣ . Cae el flop, A♥ K♦ 10♠ , y nuestro rival pasa. ¿Realmente hay alguna razón para apostar aquí? Si es posible que haya algo de valor que podamos aprovechar ahí, siempre se puede esperar a un momento posterior de la mano. Desde luego, no esperamos poder apostar tres veces y conservar opciones de ganar si nos pagan. Además, en el caso de que el villano resulte ser un rival más agresivo, pasar puede abrir la puerta a un farol en el turn o en el river. Por último, pasar elimina la posibilidad de que nos suban en el flop. Sería una lástima hinchar el bote con una moderada cantidad de equity y después tener que retirarnos.
Hay un montón de ventajas a la hora de mantener el bote pequeño aquí, y ninguna desventaja real. La objeción más frecuente a la hora de jugar el flop de forma pasiva es que dejamos que nuestro oponente concrete su probabilidad de ganar sin tener que pagar, pero esto no supone un problema en este caso, ya que nuestra mano es estable. No hay ninguna carta en el turn que pueda hacer mejorar a nuestro rival, solo sucederá en una fracción muy pequeña de los casos. Si tiene cartas más bajas, se ha quedado sin opciones, y a las parejas de mano bajas y medias solo les valen dos outs contra nuestra mano.
Pasar/igualar todas las manos de fuerza media contra los maníacos
El anterior ejemplo demostraba la naturaleza “win-win” de pasar con manos estables de fuerza media. Una razón común para apostar en el flop es la protección; en otras palabras, negar la probabilidad de mejora a tu adversario obligándole a retirarse con la parte más débil de su rango, incluso aunque pueda tener hasta seis outs contra tu mano. Por ejemplo, imagina que subimos desde la ciega pequeña con A♦ 4♦ y la ciega grande nos iguala; el flop deja 8♣ 4♣ 2♠ . Contra un jugador pasivo, existe una razón de peso para apostar aquí: proteger nuestra mano y hacer que nuestro rival se tire de un montón de manos con seis outs como Q-Jo. Sin embargo, cuando un villano es agresivo, tiene mucho más sentido pasar. Y conseguir que nuestro rival vaya de farol con alguna de estas manos de seis outs es mejor a que se tire con dichas manos. Esto significa que conseguiremos que haya más dinero dentro con una ventaja enorme en cuanto a equity. Los jugadores agresivos más débiles se exceden en el uso del farol, así que respira profundamente y empieza con el plan de pasar para luego igualar con tu segunda pareja; puede que necesites pagar las tres veces. ¡Abraza la volatilidad!
Pasar después del villano en el turn con proyectos mediocres cuando puede ir all-in
Las situaciones más frecuentes en las que el villano va all-in tras nuestra apuesta en el turn se dan en botes con 3-bet que comenzaron con montones de 100 BB. Digamos que hacemos una tercera de 9 BB desde el botón con J♥ 10♥ contra un CO arriesgado/agresivo que abrió a 3 BB. En el flop, el bote es de 19,5 BB (incluyendo las ciegas que no están en juego) y seguimos con una apuesta de continuación de 13 BB en un flop 9♠ 8♠ 4♦ . El villano paga sin pensárselo y el turn trae un 2♥ . El bote está en 45,5 BB y nos queda un montón efectivo de 78 BB. Si apostásemos la mitad del bote, el villano tendría la opción de subir con un all-in por muy poco, algo que sería realmente efectivo a la hora de acabar con nuestras expectativas. Nos veríamos abocados a apostar/retirarnos y renunciar a una importante cantidad de equity (un desastre) o a apostar/pagar yendo muy por detrás (también un desastre). Contra jugadores que van a ir all-in con frecuencia, podemos simplemente pasar después de ellos en el turn y concretar la probabilidad que tenemos de ganar. Éste es un momento excelente para practicar el control de bote.
Pasar después de tu rival en el river con manos marginales contra jugadores complicados
Si tu mano apenas tiene valor para hacer una pequeña apuesta contra un oponente pasivo y débil, es probable que ésta no sea rentable contra un jugador fuerte. La razón para esto es que el jugador fuerte te presionará más al subir tu apuesta con un rango razonable de manos, por valor y de farol. Si has planeado apostar/retirarte contra un jugador habitual complicado, entonces habrá veces en las que te tires con la mejor mano. Las veces que suceda esto acabarán con los beneficios que obtengas en las ocasiones que te paguen con manos peores. Digamos que has apostado por valor con la mejor pareja durante dos calles y que, después, se completa el color en la última. Aunque es posible que todavía seas ligeramente favorito cuando se paga tu apuesta en el river, lo que hace de la apuesta por valor una opción, lo serás por un margen estrecho y con un villano que ahora tiene un buen puñado de colores en su rango y que puede convertir alguna pareja débil en farol, especialmente si tiene una carta que bloquea el mejor color o el segundo mejor. Ten cuidado aquí, controla el bote y asegúrate ver las cartas al pasar.
Conformarse con pagar 3-bets con manos fuertes pero no premium
Un error de principiante muy común es dejar que el bote se descontrole con manos fuertes como 10-10 y A-Qp. Imagina que abrimos con una de estas manos desde el botón y que un jugador habitual nos responde con una tercera desde la ciega grande. Si lanzamos la cuarta, lo más probable es que filtremos el rango del villano de una forma no deseable; y lo que es más: muchas de las respuestas a nuestra 4-bet serán all-in. Al enfrentarnos a este all-in, nos arrepentiremos inmediatamente de la 4-bet, ya que retirarse supondría una inmensa pérdida de equity, mientras que igualar sería una forma descuidada de invertir la totalidad del montón de fichas. La solución es controlar el tamaño del bote, conformarnos con pagar la tercera y dejar que el rango del villano sea lo suficientemente amplio para mantenernos con muchas opciones.
Conclusiones
El control de bote es una de las partes con menos “glamour” del juego, pero es uno de los principios fundamentales para ganar en él. Aquí tienes un resumen de lo que acabamos de aprender:
- Si tu mano es mediocre y no vulnerable, no suele haber necesidad de apostar.
- La mejor manera de explotar a los maníacos es cazarles faroles con tus manos de fuerza media.
- Evita el apostar/retirarte con proyectos decentes cuando sabes que tu rival puede responder con todas sus fichas en el turn.
- Evita las apuestas por valor marginales contra jugadores que algunas veces puedan subirte de farol.
- Evita hacer 4-bets cuando tu mano es lo suficientemente buena para pagar una 3-bet pero no lo suficiente para arriesgar todas tu fichas con ella.