Fortaleciendo nuestro juego

Como ya hemos visto, sería muy sencillo enfrentarnos contra nosotros si jugamos nuestras manos más fuertes y proyectos de la misma manera. Los oponentes más sólidos y observadores lo tendrían muy sencillo a la hora de medirnos.

Contra jugadores recreacionales, que no prestan atención a lo que sucede en la mesa, podríamos jugar de forma óptima ateniéndonos al juego por valor. La mayoría de las veces pagarán nuestras manos fuertes y no castigarán nuestros proyectos. Nuestro objetivo debería ser, más allá de ganar dinero en las mesas en los niveles más bajos, comenzar a sentar las bases de un juego más sólido y más complicado de explotar por nuestros rivales.

 

Variar nuestro juego nos permitirá esconder la fuerza de nuestra mano, por ejemplo, jugando de forma idéntica dos manos totalmente distintas. De esta forma, nuestros rivales tendrán más complicado predecir nuestras líneas y, por tanto, jugar contra nosotros.

Puede resultar beneficioso que, de vez en cuando, nos pillen faroleando o llegar al showdown con una mano totalmente inesperada. Nuestros rivales tendrán que adivinar nuestras manos sin poder asignarnos un rango cerrado, lo que servirá para introducir dudas en su juego cuando se enfrenten a nosotros.

Los siguientes ejemplos nos mostrarán cómo “cambiar” nuestro juego. Jugando manos distintas de forma similar o añadiendo pequeñas variaciones en nuestro juego según la dinámica de la mesa.

Imaginemos una situación en la que UTG+2 abre la mano y recibe un call de un jugador en posiciones medias. Desde el botón igualamos la apuesta con 2 2 .

El flop nos trae una mano muy fuerte: 2 K 10. Tenemos un trío. El jugador que abrió la mano en UTG hace una apuesta de casi el tamaño del bote. Hemos visto que en flops tan cargados de proyectos, lo normal es no jugar lento (lo que en inglés se conoce como “slowplay”) nuestra mano. En lugar de eso preferiríamos resubir la apuesta para aumentar el tamaño del bote, ya que con nuestro “set” queremos jugar un bote grande.

Imaginemos que se trata de un jugador sólido, que abandonará manos como A K y sus proyectos más débiles. Solo continuará con sus proyectos más fuertes, Q J , A Q, pudiendo tener incluso un trío mejor. Aunque su apuesta puede significar desde proyectos medios a manos con Top Pair.

En estas situaciones, nuestra apuesta fuerte no solo no contribuirá a hacer el bote más grande cuando somos favoritos, sino que no podrá protegernos de las manos más fuertes de su rango. Aquí podríamos considerar igualar la apuesta en el flop.

Tenemos que ser conscientes de que si el turn trae una pica o una figura, podremos encontrarnos en una situación muy delicada, con lo que igualmente nos podría interesar resubir, siguiendo la línea más común. Sin embargo, es una buena situación para variar nuestro juego.

El turn trae un 7 , y el jugador apuesta fuerte de nuevo como habíamos esperado. En este momento nos interesa resubir la apuesta, porque el jugador parece tener una mano fuerte y tendrá difícil abandonarla. Incluso en caso de que el jugador estuviera jugando de forma muy agresiva un semi-farol, conseguiríamos obtener de él una segunda apuesta en el turn, que no nos habría hecho en caso resubir nosotros en el flop.

Una línea más arriesgada consiste en una situación similar entre UTG y MP de igualar la apuesta en botón con 10 8 . No debería ser un call habitual, pero dado que un segundo jugador ha visto la apuesta inicial, puede ser un buen momento para intercalar unos conectores del mismo palo en nuestro rango de manos. En esta situación 10 8, es una mano mucho mejor que A 9, que es una mano débil y además nos resultará muy complicada de jugar.

Las ciegas abandonan y el flop nos trae Q 2 9. Nuestro oponente apuesta fuerte. Mete 3/4 del bote. Dado que se trata de un jugador bastante débil, decidimos hacer call con nuestro proyecto. Por su posición inicial podemos pensar que este flop no conectará demasiado con su rango de apertura, que es, mayoritariamente, Ases con otra carta alta y parejas medias. Puede estar apostando muchas otras manos incluso para obligarnos a abandonar.

Ante un jugador más agresivo y competente, puede ser una buena situación para abandonar la mano sin arriesgarnos a afrontar otra apuesta fuerte en el turn. Su rango no está tan definido y puede incluso tener un proyecto de color mejor.

El turn es un 7 y nuestro rival pasa. En estas situaciones, desistir de apostar el turn puede ser una muestra de duda o incluso de encontrarnos ante una mano débil, que aún así va por delante de nosotros. Es un buen momento para apostar. El turn nos ha traído, además, un proyecto de escalera a dos puntas. Podríamos pensar que vamos perdiendo -lo que seguramente es cierto- y que sería interesante esperar al river para intentar cobrar nuestra equity cuando conectemos -lo que podría ser la línea más común-. Pero es un buen momento para apostar de semi-farol, intentando forzar a nuestro rival a abandonar una mano mejor. Aunque tuviera una mano con la que se plantee pagar, tendríamos una probabilidad bastante decente de que el river fuera una de las cartas que completa nuestro proyecto y, por tanto, de conseguir la mejor mano.