Control del bote

Hemos visto que, como norma general, la fuerza de nuestra mano determina si queremos jugar un bote grande o un bote pequeño. Esto es especialmente importante en Texas Hold’em Sin Limite, donde el tamaño del bote se puede descontrolar en una sola ronda de apuestas.

Tendremos que considerar la textura de la mesa, cómo es de favorable y el número de rivales al que nos enfrentamos. Nuestra estrategia no puede ignorar estos factores.

Un buen jugador de poker tratará, en todo momento, de mantener el control de la mano y, por tanto, controlar el tamaño del bote. Nuestro objetivo es asegurarnos de ganar los botes grandes y escapar de las manos en las que vamos por detrás, en las que trataremos de perder lo mínimo. La mejor manera de conseguirlo es gestionando nuestros propios movimientos, para que sean el factor decisivo a la hora de determinar cómo de grande se hace un bote.

Esto resulta más sencillo cuando contamos con la posición, con lo que ya estamos apuntando en nuestra cabeza otro buen motivo para no perder de vista el botón del “dealer”.

Imaginemos que en una mesa con ciegas 1$/2$, el jugador en UTG+1 abre la mano a 4$. UTG+2 iguala la apuesta y nosotros en el botón completamos con 7 7 . Las ciegas se unen a la mano completando la apuesta. El bote tiene ahora 20$ y el flop es magnífico para nosotros con Q 7 J . Las ciegas pasan y UTG+1 apuesta 20$. UTG+2 sube a 50$. Nuestro set de sietes se enfrenta a una apuesta y a una resubida. Es posible que vayamos perdiendo, pero la mano es lo suficientemente fuerte como para no abandonarla. En cualquier caso, la mesa está muy cargada y el call no es una de nuestras opciones. Debemos hacer una resubida fuerte, que con un stack de 100 BB nos supondrá movernos all-in (apostando todas nuestras fichas restantes). La acción y la textura de la mesa no nos han permitido controlar el bote en ningún momento.

Imaginemos que un jugador de rango variado, y sólido tras el flop -no solo apuesta cuando tiene una mano muy fuerte-, abre en MP2 a 4$. Nosotros igualamos la apuesta con J 10en el botón. El resto de rivales abandonan la mano y el flop es 10 9 7 . Nuestro rival pasa. Hacemos una apuesta media y nuestro rival igual. El turn es el 2. De nuevo, nuestro rival pasa. Es un buen momento para pasar (lo que en el argot se conoce como darnos “check behind”) y evitar jugar un bote muy grande con nuestra mano, ya que podemos ir por detrás de nuestro rival.

El hecho de haber flopeado un set en la primera mano, además de la acción en una mesa muy cargada, nos obliga a jugar un bote grande. Hay pocas probabilidades de evitar acabar con todas nuestras fichas en el centro.

No podemos protegernos de los proyectos siempre, sobre todo cuando pueden ser muy fuertes. No en vano, siempre que las fichas vayan al centro de la mesa cuando somos favoritos, acabaremos obteniendo beneficios a largo plazo.

En la segunda de las manos, con top pair + kicker decente, y ante un rival que puede no apostar siempre con manos mejores, nos interesa mantener el bote pequeño. Es cierto que tenemos muy buenas opciones al llegar al showdown, pero no es menos cierto, que si la acción en la mano se dispara, podemos estar seguros de que vamos perdiendo. En este sentido, no queremos alimentar un bote que, tal vez, no sea para nosotros, ya que nuestro rival no meterá fichas en el bote con nada peor que JT. Si nos enfrentamos a un check-raise en ese turn, por nuestro conocimiento del rival, estaríamos forzados a abandonar la mano. A veces, incluso, con la mejor mano. El conocimiento de nuestro rival hace que no tenga sentido intentar proteger nuestra mano media, ya que con la mesa a la que nos enfrentamos, no sacaremos valor a manos peores. Si el bote se dispara es muy probable que vayamos por detrás.

RECAPITULANDO

En este capítulo hemos introducido nuevas ideas sobre cómo proceder tras el flop en una partida de cash de Texas Hold’em sin límite.

Con lo visto en el curso básico, que sigue siendo aplicable, el hecho de tener un stack más grande (en relación a las ciegas) y la opción de poder recomprar si perdemos, puede permitirnos variar nuestro juego, además de tomar decisiones en función de las pot odds. Nuestro arsenal ya cuenta con armas como el slow play y los semi-faroles, que nos servirá para tener un juego más equilibrado y difícil de leer. Al mismo tiempo, en función de la textura del flop y el conocimiento de nuestros rivales, hemos visto cómo mantener el bote controlado.

La idea es obligar a nuestros rivales a especular sobre nuestras posibles manos, mientras que intentamos mantener el control de la situación.

De todas formas, no deberíamos recurrir a estas armas demasiado a menudo, por divertido que parezca. Al contrario, debemos ceñirnos a nuestro juego más sólido la mayor parte del tiempo. Si aparece la situación correcta, en el momento oportuno y con los rivales adecuados, podremos realizar estos movimientos con rentabilidad mientras exploramos otras posibilidades.