Tamaño de las apuestas

Una vez tomada la decisión de apostar es muy importante elegir correctamente el Tamaño de la Apuesta. Nunca debemos olvidar que el tamaño de una apuesta debe hacerse en relación al tamaño del bote y en relación de nuestra pila de fichas. Tenemos que ser siempre conscientes de como de grande es el bote y de nuestra expectativa de ganancia para saber si nos interesa continuar en una mano y qué línea seguir.Si por ejemplo apostamos 150€ para ganar un bote 40€ estaremos arriesgando mucho para ganar muy poco. De la misma forma que, si el bote vale 1000€ y apostamos de nuevo 150€, estaríamos hablando de una apuesta minúscula en relación al bote.

 

A medida que nos adentremos en el juego iremos viendo que, aunque las modas en el Tamaño de las Apuestas vienen y van, y que los jugadores más avanzados tienen distintas razones para apostar diferentes tamaños, hay algunas cosas en las que todos parecen estar de acuerdo. Por ejemplo, en la forma de clasificar las apuestas respecto a su tamaño:

  • Una apuesta pequeña: Es una apuesta de entre el 30 al 50% del tamaño del bote.
  • Una apuesta de tamaño medio: Oscila entre la mitad y 3/4 del bote.
  • Una apuesta grande: es mayor que 3/4 del bote.

APUESTAS PEQUEÑAS

El tamaño de nuestra apuesta va a depender siempre de la situación específica en la que nos encontremos. Como norma general, nos interesa hacer apuestas pequeñas como apuesta de continuación en flop secos (cartas poco conectadas en el flop) o en el river (cuando todas las cartas comunes están en la mesa).

Antes de continuar sería interesante refrescar un poco la memoria releyendo el artículo sobre cómo interpretar la textura del flop en la sección de juego postflop.

Nuestras apuestas de continuación (apuestas que hacemos después de haber entrado en una mano subiendo preflop) no necesitan ser de un tamaño especialmente grande cuando el flop al que nos enfrentamos no nos favorece. Muchas de las veces que no conectemos nos interesará llevarnos la mano invirtiendo lo menos posible. En otra ocasiones, al haber poco de lo que protegernos, nos puede interesar mantener a nuestro villano enfrascado en el bote poniéndole barato el llegar a la siguiente calle.

Tenemos que tener siempre claro, que tanto si nuestra apuesta persigue obligar a nuestro rival a abandonar cuando tenemos una mano débil, como cuando pretendemos empezar a formar un pot con una buena mano, nuestras apuestas deben ser de tamaños muy similiares.

Algunos de nuestros rivales pueden ser lo suficientemente inteligentes como para deducir la fuerza de nuestra mano en base al tamaño de nuestra apuesta. De esta forma, si apostamos fuerte de farol y hacemos apuestas medias por valor estaremos dándole al rival una ventaja muy importante cuando se enfrente a nosotros.

En el river, cuando ya no quedan cartas por salir ni tenemos nada de lo que protegernos, la situación es muy similar a estos flops secos y la tendencia es a realizar apuestas más pequeñas que en el resto de calles.

APUESTAS DE TAMAÑO MEDIO

Cuando nos enfrentamos a flops más cargados, la probabilidad de que alguno de nuestros rivales tenga proyectos es mayor. Puede, entonces, interesarnos hacer más grande nuestra apuesta de continuación puesto que en esas situaciones es más probable que nos paguen. De esa forma podemos aprovecharnos para hacer crecer el bote un poco más y prepararnos para la agresión en calles sucesivas, a la vez que demostramos un poco más de fuerza ante el resto de rivales

APUESTAS GRANDES

Nuestro arsenal debe contar con las apuestas grandes entre sus armas. Este tipo de apuestas ponen a nuestros rivales en situaciones extremas en las que tendrán que tomar decisiones por todas sus fichas.

Las apuestas grandes nos permitirán sacar valor a nuestras mejores manos en ciertas situaciones. Obligará a los proyectos fuertes a tomar decisiones por porcentajes muy importantes de su stack y, además, nos pueden permitir echar del bote a manos medias que, aún teniéndonos batidos, tendrán difícil continuar en la mano.

Como vimos en el artículo dedicado a las Razones para apostar, sacar valor a nuestras manos fuertes y obligar a los proyectos a pagar porcentajes importantes de su stack, son dos razones importantes a la hora de apostar. Las apuestas grandes nos pueden ayudar a conseguirlo.

A la hora de utilizar estas apuestas en nuestros faroles debemos de ser muy cuidadosos. Cuando nos iniciamos en el poker debemos basar nuestra estrategia en el juego sólido, evitando en lo posible farolear.

Tal y como vimos en “Entering the pot” es importante que, a la hora de entrar en un bote preflop, nuestras apuestas sean lo suficientemente fuertes como para asegurar que las manos débiles puedan entrar en el mismo, y aumentar así nuestras probabilidades de ganar la mano. No debemos complicarnos postflop cuando aún nos estamos familiarizando con el juego.

APUESTAS PREFLOP

Dentro de las apuestas de tamaño grande ocupan especial relevancia las apuestas preflop. Como norma general, siempre que entremos en un bote debemos hacerlo subiendo, o resubiendo, si antes de nosotros ha habido acción por parte de otro jugador. Cuando las ciegas están bajas, y mientras no haya “antes” (apuesta obligatoria de todos los jugadores), también podremos igualar la subida de nuestros adversarios, con parejas pequeñas y manos del mismo palo por encima del ej: o :

Una vez que hemos decidido que lo mejor que podemos hacer en la mano es resubir debemos tener claros tres principios básicos:

El tamaño de nuestras subidas debe ser siempre de un tamaño lo suficientemente alto como para cumplir con su función, ya sea conseguir tirar al rival, sacar valor de la mano o evitar que se unan al bote manos especulativas. Si nuestras apuestas son muy pequeñas solo conseguirán engordar un bote con varios jugadores, que se hará más complicado de jugar.

De esta forma, nuestras subidas contra los limpers (ROLs del inglés “Raise Over Limpers”) y nuestras 3bet (resubidas a una apuesta previa de un rival en la ronda de apuestas preflop) deben ser amplias y siempre por valor.

Si nuestro stack es sano, de forma general nuestras 4bet (respuestas a una tercera apuesta de un rival) deberían ser pequeñas para compensar las veces en que nuestra mano tiene verdadero valor y las veces en las que intentamos llevarnos el bote sin llegar a ver el flop.

OVERBETS

Como norma general deberíamos evitar las apuestas más grandes que el tamaño del bote, porque normalmente consiguen solamente que los rivales nos paguen con lo mejor de su rango y abandonen la mano con sus peores manos.

En cualquier caso, cuando el porcentaje de nuestro stack que va a quedar para la siguiente ronda de apuestas es menor del 50% del bote que dejamos, deberíamos considerar como viable apostar todo nuestro stack y no esperar a la siguiente ronda de apuestas para poner en juego el resto de nuestro stack.

Sea cual sea la disciplina a la que vayamos a dedicar nuestros esfuerzos podemos considerar lo expuesto en este artículo como una línea relativamente sana a la hora de enfrentarnos con el tamaño de las apuestas.