Semi-Faroles

Como hemos visto en lecciones anteriores, nuestro juego, sobretodo cuando estamos empezando, debería ser un juego directo y por valor. Apostaremos nuestras manos fuertes y abandonaremos las más débiles.

Contra los rivales más débiles, y que prestan menos atención al juego, esta aproximación directa nos permitirá ganar con cierta facilidad. A medida que avancemos en el juego, nos encontraremos con jugadores capaces de reconocer nuestras tendencias y adaptar su juego contra nosotros. Esta habilidad, que diferencia a los mejores jugadores del resto, se conoce como “leer” al oponente.

 

Una buena lectura nos puede permitir saber, que una apuesta fuerte en el turn por parte de un rival que apenas apuesta en esta calle, supone una mano fuerte. De esta forma podremos abandonar nuestras manos medias perdiendo lo mínimo. Y es que en la mayor parte de las ocasiones -especialmente en los niveles más bajos del juego, conocidos como microlímites- ante una apuesta fuerte en el turn, “Top Pair” suele no ser suficiente para ganar el bote.

De hecho, una de las máximas dentro del poker que todo jugador debe aprender, es que nuestro juego por valor en muchas de las situaciones (veremos muchas veces en foros y artículos de poker como nos referimos a ellas por su nombre en inglés como “spots”) solo es posible si, de vez en cuando, somos capaces de apostar de farol en situaciones similares.

De esta forma, con el objeto de hacer nuestro juego más difícil de leer, y para poder mantener nuestro juego por valor, ha llegado el momento de dar un pequeño paso fuera de la línea de juego por valor y solo por valor.

Aunque debemos aproximarnos con cautela a estas situaciones, y saber reconocer cuando es beneficioso hacerlo, ha llegado el momento de empezar a equilibrar nuestro juego. Si nuestros rivales saben que en ciertas situaciones, nuestras apuestas están casi siempre respaldadas por manos fuertes, podremos empezar a intercalar algún farol (apostando con manos débiles o sin apenas valor) en un spot similar. De la misma manera, si nos han visto ser agresivos en alguna situación sin cartas que nos respalden, veremos que nuestros rivales igualarán nuestras apuestas con manos más débiles.

En las siguientes lecciones, veremos qué situaciones son buenas para farolear y jugar semi-faroles. Trataremos de buscar un equilibrio en nuestro juego que nos permita sacar más valor y nos haga más difíciles de leer. Igualmente, veremos cómo proteger nuestras manos en diferentes situaciones y de distintas maneras.

De nuevo, estamos ante un buen momento de refrescar lo que ya vimos durante el curso básico: las “razones para apostar”, “tamaño de las apuestas” y “jugar con convicción”.

SEMI-FAROLES EN PARTIDAS DE CASH

Cuando nuestra mano no tiene valor alguno – tenemos una mano basura – y aun así apostamos, nos estamos, como se dice en el argot del poker, tirando un farol. Nuestra apuesta le dice a nuestro rival, que tenemos una mano fuerte cuando en realidad no tenemos nada. Es una de las situaciones más difíciles de dominar en el poker, y ante la posibilidad de que nuestros rivales nos tachen de faroleros, debemos hacerlo con precaución, sin abusar y eligiendo cuidadosamente cuándo hacerlo.

Aquí es donde entran lo que llamamos semi-faroles. Un semifarol es una apuesta que hacemos con un proyecto que no se ha completado todavía, pero que tiene buenas opciones de hacerlo y convertirse en la mejor mano.

Imaginemos que tenemos un proyecto de “nuts” (recordemos que es el término en inglés para referirse a la mejor mano). En nuestra mano, por ejemplo, tenemos A 10 y el flop nos trae J 9 2. Podemos apostar de semifarol.

Si nuestro rival abandona la mano, habremos ganado el bote sin mostrar nuestras cartas. Si iguala nuestra apuesta, tendremos al menos 9 outs en turn y en river para conseguir la mejor mano.

Resubir la apuesta con un proyecto es un arma que debemos incorporar a nuestro arsenal para llegar a dominar el juego. Sería muy sencillo jugar contra nosotros, si solo nos quedáramos al quiero (igualando la apuesta) con nuestros proyectos y manos débiles, y apostáramos con manos fuertes. Para evitar esta situación, necesitamos combinar nuestras manos fuertes con nuestros proyectos (lo que se conoce como mezclar nuestro juego).

Si somos los agresores en la mano, casi siempre deberíamos encontrarnos en esta situación, al apostar con nuestros proyectos, haremos que nuestros rivales se enfrenten a situaciones complicadas y tengan que tomar sus decisiones bajo presión.

Entre los beneficios que esto supone encontramos:

  • Tendremos la oportunidad de ganar el bote aún cuando nuestro proyecto no se complete.
  • El tamaño del bote ha crecido, gracias a nuestra apuesta, con lo que si completamos el proyecto ganaremos un bote mayor.
  • Ocultamos nuestra mano con lo que será más difícil “leernos”

Pero cuidado, aunque evitamos los faroles, que deberían ser poco frecuentes si queremos ser ganadores contra los rivales más débiles, no estamos evitando el riesgo. Los semi-faroles también tienen su lado negativo. Jugaremos botes mayores más a menudo, lo que acentuará los efectos de la varianza. (NOTA: La definimos aquí?) Nunca deberíamos hacerlo sin tener un plan para cuando nuestros rivales igualen nuestra apuesta o la resuban.

Como norma general, un semi-farol tendrá más posibilidades de tener éxito cuando nos encontremos ante uno o dos rivales. Si lo hacemos contra toda la mesa, tenemos unas probabilidades mínimas de que funcione. Además, necesitamos conocer cual es el tamaño correcto de nuestras apuestas en estas situaciones.

Si apostamos muy fuerte, nos pondremos en una situación complicada porque solo nos igualarán con sus mejores manos (con lo que nuestras posibilidades de ganar se reducirán mucho, lo que se conoce como ir dominados en la mano). Es, por tanto, una situación a evitar, puesto que nos hará ganar poco cuando vamos ganando y perderemos mucho cuando vamos perdiendo (justo lo contrario de lo que buscamos).

Saber diferenciar estas situaciones es complicado. No se puede suplir de forma teórica la experiencia en las mesas, aunque sí debemos tener claro contra qué tipo de rivales es más probable que nuestro plan funcione.

Debemos evitar los semi-faroles cuando nos enfrentamos a muchos jugadores que han mostrado interés en la mano, sobretodo si tenemos un precio correcto (con las odds a favor) para igualar la apuesta con nuestro proyecto. Las situaciones en las que el bote tiene menor tamaño y en las que ningún rival ha mostrado demasiada fuerza, sobretodo cuando tenemos más de 9 outs, son situaciones ideales para un semifarol, ya que este es en realidad una apuesta por valor.

Recuerda: cuantos menos rivales tengamos, menos interés en la mano y más outs a favor nos encontremos, la situación será mejor para que nuestro semifarol tenga un resultado positivo. Contra varios villanos, si nuestro proyecto es muy débil y se completa, no lo hará siendo la mejor mano. En ese caso debemos evitar el semifarol, porque en muchas ocasiones puede ser un farol que nuestros rivales tienen dominado. Incluso cuando completemos nuestro proyecto.