Cinco consejos que te ayudarán a sacarle el jugo a tu partida privada
¿Adónde habría llegado el poker sin la partida privada? Es ahí donde arrancan tantos jugadores de poker. Jugando por unos centavos en la mesa del comedor… Aprendiendo las particularidades, las reglas y algunas lecciones sin tener más que el derecho de alardear y unas cuantas monedas en el bolsillo.
En una partida privada, tal vez experimentes la mayor diversión que pudieres sentir en una mesa de poker, e incluso al “graduarte” en la mesa de comedor para avanzar a las mesas de poker online o en vivo, seguir participando de una partida privada regular tiene algo mágico y místico. Cualquiera sea el nivel en el que juegues, ganar hace que el juego sea más divertido, así que aunque seas uno de los jugadores más experimentados o estudiosos en tu círculo de amigos jugadores de poker, esperamos que en nuestros principales consejos encuentres algo que te sirva para aprovechar al máximo tu próxima partida privada.
1. No sigas a la multitud
La creencia convencional del poker es que debes jugar de forma opuesta al resto de jugadores de la mesa. Si el juego viene siendo demasiado cauto, arriésgate y saca ventaja de los jugadores que se retiran en exceso. Ahora bien, ¡nunca vimos que en una partida privada jueguen así! Casi siempre los jugadores juegan de un modo muy arriesgado, y por una razón lógica. Retirarse no es divertido. ¡Pero ver el flop, el turn y el river sí lo es! Puede que esta sea tu única salida nocturna de la semana para jugar a las cartas, ¡y no tienes ganas de jugar al Texas Fold’em! “Al diablo con la estrategia óptima, yo vine a jugar”.
El juego en nuestras partidas privadas (Home Games) y probablemente en la tuya, es muy atractivo. Conseguir que alguien se retire ante una mano mala antes o después del flop es más difícil que rechazar otra porción de pizza. ¿Cuál es la solución entonces? Una de ellas consiste en jugar en ese mismo sentido, en darle más importancia al factor de diversión incluso si tu pila de fichas no crece; y está bien priorizar ese aspecto de la noche en lugar de la estrategia perfecta del poker.
O podrías jugar con más cautela. No hasta el punto en que parezcas una momia… tienes que ponerte en acción para que haya acción, como dice el refrán. Pero comienza apegándote a uno de los principios básicos que ya conoces: el poder de la posición… simplemente juega menos pozos si estás en la primera posición. Sabes que es muy poco probable que una subida venza a las ciegas y los antes, así que achica tu rango de subida. Aunque te tiente abrir con 7♦ 5♦ , con tan solo retirarte con manos malas antes del flop te mantendrás a salvo de problemas. Ya sea online o en vivo, tal vez querrías probar dos o tres jugadas en el flop. En las partidas privadas, no es raro que todos o casi todos los jugadores vean el pozo (family pot), y realmente deseas manos con las mejores cartas posibles después del flop.
2. No cedas al encantamiento del síndrome del juego
Revolvamos un poco el baúl de los clichés del poker y saquemos un par de clásicos. Siempre apuesta tu trío, y una gran mano es sinónimo de una gran apuesta.
Si bien estos dichos pueden no ser siempre ciertos, en una partida privada casi siempre lo son. Como ya dijimos en el primer punto, el juego en estas partidas casi siempre es demasiado arriesgado, así que si formas una gran mano (o te la reparten) no caigas en la fanfarronería, simplemente busca la forma más sencilla de incrementar el pozo en la mayor medida posible. En la mayoría de las situaciones, la forma más fácil de hacerlo es apostar tu mano, y a lo grande. No lograrás despistar a Pedro si apuestas el 90 % del pozo, cuando normalmente apostarías el 40 % del pozo. Él igualará con su proyecto o su segundo par independientemente de cuánto apuestes. Si castigas a tus contrincantes apostando más en el flop, significa que puedes apostar más en el turn y obtener más rentabilidad con las manos que formaste.
3. Ante la duda, no eches faroles
Lograr que tu rival pierda un gran pozo gracias a tus faroles es una de las mayores satisfacciones del poker. Conseguir que descarten la mejor mano y luego refregarles el farol en la cara mientras orgullosamente les muestras que tus cartas eran pura basura…
Al menos así lo visualiza tu cabeza, pero la realidad puede ser muy diferente. Como hemos enfatizado en los dos primeros puntos, en Home Games no hay demasiadas partidas en que los jugadores decidan retirarse. Ocurre que igualan bastante antes del flop, persiguen proyectos a mansalva y con frecuencia hay varios jugadores en el pozo. Si sientes que esta descripción se parece bastante a tu partida privada, te conviene ponerle un freno a los faroles. Por ejemplo, subes antes del flop con As-K, cuatro jugadores igualan, y el flop trae Q-7-3 (todos de distintos palos). En esta situación, puede que te tiente mucho realizar una apuesta de continuación con la ilusión de llevarte el pozo. Pero tienes cuatro contrincantes, por lo que es probable que uno de ellos haya formado una buena mano y siga en pie en la mesa. De manera similar, imaginemos el mismo flop, pero tienes nueves de mano. Seguirás echándote faroles aquí si decidiste apostar. Es preferible que tomes una carta gratis o que dejes que alguien iguale en las próximas calles pensando que su siete formará la mejor mano.
4. Compite contra el jugador y contra las cartas
Si se trata de una partida privada habitual en la que compites contra el mismo grupo de rivales casi todas las semanas, ya debes haber leído algunas pistas sobre tus contrincantes y sus tendencias. No todos juegan igual en cada ocasión, pero tendrán tendencias de juego y a todos se les escapará algo o tendrán un punto débil que, llegado el momento, podrás explotar. Si asientes con la cabeza mientras estás leyendo esto, la próxima vez que juegues, simplemente enfócate en dos de tus contrincantes e intenta estudiarlos, ¿juegan demasiado arriesgado antes del flop, pero con demasiada precaución después del flop? Si es así, ejerce presión en las calles. ¿Son del tipo de jugador que suele apegarse en las calles y nunca se retira ante un par? Si es así, no elijas a ese rival para echarte faroles en varias calles. Es bueno saber explotar la mesa y abandonar un plan.
Por supuesto, a ti también se te escaparán cosas y tendrás puntos débiles que tus contrincantes intentarán explotar. Estudia bien cuáles son para que puedas decepcionarlos.
5. Haz los deberes
Según nuestra experiencia, hay dos tipos de partidas privadas. Una de ellas es la partida regular o Sit & Go NLHE común y corriente. La otra es la de Dealer’s Choice (“Quien reparte elige”) en la que básicamente puede pasar cualquier cosa. A veces, la partida privada puede ser una combinación de las dos, y arrancar como NLHE hasta pasar al modo Dealer’s Choice a medida que transcurre el juego.
Mientras que en el modo Dealer’s Choice, las partidas a veces se conforman sobre la marcha (como un Hold’em con doble flop en el que tienes que cambiar una carta con el contrincante de tu izquierda después del flop), también habrá partidas locas y complejas que han existido durante años, basadas en formatos más tradicionales. Por ejemplo, el poker baseball es una popular variante del Seven Card Stud que suele jugarse mucho en las partidas privadas. Si sabes que los jugadores de tu partida tienden a sentirse atraídos a una o dos variantes específicas del modo Dealer’s Choice, entonces estudia un poco sobre cómo abordar esas partidas. La otra ventaja que puedes encontrar en una partida privada en modo Dealer’s Choice es cuando al tener el turno en el botón para elegir el juego, puedes elegir uno cuya posición sea la más poderosa.
