Cinco errores que conviene evitar ante todo en un torneo de poker

Ay, una pila nueva en un torneo… ¡qué maravillosa sensación! Antes de que se reparte la mano, las posibilidades parecieran infinitas. Seguro te ves llegando a los puestos más avanzados y luego en la mesa final peleando por los grandes premios.

Bueno, en la mayoría de los torneos, solo el 15 % de los competidores ganan premios, por lo que (basándonos exclusivamente en las probabilidades), es más factible perder que ganar. Si bien no se puede ganar un torneo en las instancias de apertura, definitivamente lo puedes perder, sin más remedio que entrar o volver a entrar en un nuevo torneo antes de que cierre el registro tardío. Aquí te mostramos cinco errores que conviene evitar ante todo en un torneo de poker si quieres prepararte para ganar.

Jugar demasiadas manos

Ser cauteloso es lo más beneficioso.

En el torneo Big de US$4,40 que se juega en PokerStars, te sientas con una pila de 5.000 fichas y ciegas de 15/30 (4 ante). Las ciegas parecen ínfimas en comparación con tu pila; después de todo, igualar una apertura estándar de 3CG es inferior al 2 % de tu pila de fichas. No será tan grave jugársela en esa igualada con una mano especulativa. Bueno… aquí tenemos dos inconvenientes:

• Esas pequeñas igualadas van acumulándose, especialmente si te quedas con algo del flop o con algún tipo de proyecto. De pronto te encuentras en el river con apenas un cuarto par habiendo perdido ya el 10 % de tu pila.
• Al igualar con manos especulativas, la fortaleza de tu mano después del flop posiblemente esté muy por debajo en el rango. Te encontrarás con un segundo par no kicker, un proyecto de color débil o un proyecto de escalera que, incluso aunque te tocara, no tendrías las mejores cartas. Básicamente tendrás que jugar estas manos con lógica pasividad y ganarás un pozo pequeño, o deberás salir rápidamente del juego si el pozo aumenta, ya que tu mano no tiene probabilidades de mejorar. A menos que seas un jugador experto con una buena lectura de manos, te encontrarás en un sinfín de situaciones complicadas después del flop en las que no tendrás idea de dónde te metiste.

Intenta como sea abrir tu rango mientras tengas las fichas para hacerlo, pero te convendrá llegar cómodo al flop con tus manos especulativas, por eso agrega a tu rango pares pequeños a medianos, conectores del mismo palo y cartas Broadway (diez, jota, reina, rey y as), y sácate de encima las J-8 de diferentes palos.

Jugar desmesuradamente manos excelentes

Cuando observas una mano de calidad, es fácil empezar a pensar en la cantidad de fichas que tendrás al final de la mano, ya que si tienes las mejores cartas, estarás destinado a ganar el pozo. Bueno, espera un poco. Si bien los ases, reyes, reinas, etc. son manos que nos permitirían apostar un montón de fichas antes del flop (y mejor aún, si conseguimos que un contrincante comprometa su pila frente a nosotros), debemos jugar con cautela después del flop.

Si se empiezan a jugar raudales de fichas después del flop en mesas donde no conseguimos mejorar nuestra mano, entonces tendremos que ser conscientes de que solo tenemos un par (o as como carta más alta con As-rey); y si tenemos jotas, reinas o reyes, es probable que debamos enfrentar una o varias cartas superiores en la mesa.

Este escenario es más habitual en los pozos con varios contrincantes. Imaginen, por ejemplo, que abrimos desde una primera posición a 90 con A♣ A♠ a 15/30 y que se igualó desde la derecha del botón, el botón y la ciega grande. En el flop de Q♦ 8♦ 7♥ , nuestros contrincantes pasan, apostamos 180 (aproximadamente la mitad del pozo) y vemos que la posición a la derecha del botón nos sube a 600 y la ciega grande alcanza los 1.750. De repente nuestros ases van perdiendo valor. La posición a la derecha del botón no solo subió nuestra apuesta afirmando tener una mano fuerte, sino que la ciega grande no parece molestarse demasiado por eso. Pregúntense qué manos de valor tendremos que derrotar ahora. Obviamente la posición a la derecha del botón podría haber quedado fuera de lugar con As-reina, pero enfrentar una subida y una resubida ya es una señal de alarma. La ciega grande puede tener un trío de ochos o de sietes, doble par o simplemente un gran proyecto combinado. Y aunque fuera un gran proyecto, no necesariamente sería algo tan positivo como enfrentarse a una mano como 10♦ 9♦ estando en realidad en desventaja con 56-43.

Si se pierden muchas fichas después del flop, es más que probable quedar derrotados en el flop. Por más difícil que parezca, rendirse a lo grande podría ser la mejor jugada.

No defenderse de las ciegas con la suficiente amplitud

El motivo más evidente para defenderse de la ciega grande es el valor que se obtiene. En las primeras fases de un torneo, es probable que los jugadores sean muy agresivos en la última posición y abran una amplia variedad de manos, por lo que podremos defendernos de forma rentable con un rango más amplio desde la ciega grande. Con pilas mayores, si llegamos cómodos al flop, también podremos mantenernos en juego para ganar un gran pozo con una mano oculta y alcanzar el jackpot especial de esa ciega grande.

La desventaja de defendernos con más frecuencia de las ciegas es que muy habitualmente nos encontraremos jugando pozos fuera de posición. Y la posición es el concepto clave que necesitamos comprender: cuanto más cerca de la posición inicial esté el jugador que abre y sube, con más cautela tendremos que defendernos.

No apostar manos fuertes después del flop

Siempre hay que apostar los tríos. Una gran mano merece una gran apuesta. Sin dudas habrán escuchado antes sobre estas dos máximas del poker. En las fases iniciales del torneo, puede resultarnos tentador hacernos los listos con nuestras manos importantes después del flop con la intención de “tenderle una trampa” al contrincante para que cometa un error o nos alcance y forme la segunda mejor mano.

Lo cierto es que casi siempre será más rentable jugar las manos importantes sin vueltas y apostar por valor. Si los contrincantes no tienen nada, entonces lo más probable es que igualmente se retiren ante nuestra apuesta de valor retrasada en rondas posteriores. Pero si tienen una mano, entonces estaremos construyendo un pozo más grande para ganar. Y no solo eso, también estaremos abriéndoles la oportunidad de que cometan un gran error, ya sea intentando echarse un farol inoportunamente o subiendo para aumentar el pozo con algo peor.

No tener un plan

Uno de los errores más comunes que pueden cometer los jugadores en cualquier instancia del torneo es no tener un plan al realizar una apuesta.

Supongamos, por ejemplo, que ligan el mejor proyecto en el flop y les gustaría apostar todas las fichas antes del river. Justo en ese momento, deben empezar a analizar el tamaño de la apuesta para que puedan manipular el tamaño del pozo y que, cuando llegue el river, sus apuestas all-in se vean normales frente al tamaño del pozo.

Este es un ejemplo (las ciegas son de 50/100, el ante de 12 y la pila efectiva de 5.000):

(A la derecha del botón) Héroe: A♠ 5♠

(Botón) Villano: [?] [?]

El Héroe sube a 250 y el botón iguala, ambas ciegas se retiran (pozo = 746).

Flop: K♠ 9♠ 3♠

El Héroe apuesta 500 y el Villano iguala (pozo = 1.746).

Turn: 5♦

El Héroe apuesta 1.000 y el Villano iguala (pozo = 3.746).

River: Q♦

El Héroe va all-in por 3.250 y el Villano iguala.

Antes del river, el Héroe tiene menos que el pozo de respaldo y cómodamente puede ir all-in en función de las pilas. Si nuestro Héroe hubiera reducido a aproximadamente un cuarto del pozo en el flop (supongamos una apuesta de 175, lo cual es muy tentador con la mesa asegurada), hubiera sido mucho más difícil apostar las fichas en el river.

El escenario anterior es obviamente una de las mejores alternativas; hay situaciones mucho más complejas en las que necesitamos tener un plan, como echarnos un semifarol en el flop con un proyecto que luego perderán en el turn y el river. Antes de apostar fichas en un pozo, es necesario analizar cómo reaccionaremos a lo que hacen nuestros contrincantes.