5 tipos de Jugadores de Poker de bajo rendimiento
A veces, mis alumnos tienen habilidades más que suficientes para ganar en sus niveles de apuestas actuales pero, sin embargo, se quedan estancados. Lo que suele ocurrir aquí es que su nivel de rendimiento es mucho más bajo que su capacidad máxima debido a problemas que están fuera de la comprensión estratégica. En este artículo veremos 5 tipos de jugadores de Poker de bajo rendimiento. Exploremos algunas de las trampas de personalidad de poker más grandes que esperan al jugador habilidoso que piensa que el talento solo es suficiente para subir a través de los niveles de apuestas.
El Cañón de Cristal
El cañón de cristal es un tipo de jugador que puede rendir muy bien de manera ofensiva y aprovechar al máximo las subidas. Es capaz de aplastar los juegos cuando las cosas van a su manera y puede jugar largas sesiones mientras todo ande bien y jugando bien. Sin embargo, cuando las cosas cambian, este tipo de jugador se desintegra rápidamente. Necesita solo unos pocos bad beats o coolers en rápida sucesión y el nivel de este jugador ha bajado del juego A al juego D. Ha pasado de ser un sólido ganador en sus juegos a un pequeño perdedor en el transcurso de solo diez minutos. No solo esta sesión ha sido contaminada por la mala suerte. El cañón de cristal recuerda el dolor de perder el día siguiente y comienza en el modo B en lugar de su modo de juego A habitual. Solo un stack más perdido y está de vuelta en el juego D y sin poder realizar su potencial. Este jugador desperdicia su talento descuidando su juego mental.
La cura para dejar de ser un cañón de cristal es reajustar su comprensión subconsciente de la varianza. Sentirse menos mal por perder sesiones a menudo implica sentirse menos bien por ganar las sesiones. Recuerda tu progreso general hasta el momento en el juego e intenta recordar que si hay una sola cosa que separa a los ganadores de los – podría-haber-sido, es la capacidad de recuperación en tiempos difíciles. Los grandes jugadores y los buenos jugadores a menudo tienen los mismos niveles de habilidad, pero los grandes se mantienen unidos y juegan A-Game aún en sus malas rachas. Levántate y recuerda:
Cuanto menor sea la espiral descendente a corto plazo, mayor será la tendencia alcista general.
Algunos días es tu trabajo perder el mínimo.
El Niño Impresionable
Otro tipo de estudiante que falla trágicamente en darse cuenta de su potencial es el capturador de consejos impulsivos. Cada vez que este jugador apasionado y hambriento de estrategia se topa con una nueva idea, entrenador o patrón de pensamiento, implementa las enseñanzas al extremo, en muchos casos abandonando jugadas sólidas y probadas que lo han ayudado a tener éxito hasta el momento. El juego de este estudiante salta por todas partes, y eventualmente explota en un desorden desorganizado. El problema es que cuando tomas cincuenta jugadas de explotación parcialmente aprendidas y las combinas en una base inestable, obtienes una red inaccesible de confusión. Si esto te suena, asegúrate de que cada pieza de información de poker que escuches se analice y digiera completamente antes de que se agregue a tu arsenal. Asegúrese de que las nuevas ideas coincidan con la pirámide ya presente de lo que has aprendido hasta ahora. Si parecen contradecir las máximas sólidas, es probable que haya algo mal con ellas. No todos los entrenadores son dioses del poker, no todos los argumentos atractivos son sólidos, y no todas las jugadas de fantasía son deseables.
El Grinder Masivo
Los corredores de maratón a menudo informan sentirse desorientados y confundidos hacia el final de una carrera. El poker se puede jugar en una serie de carreras muy centradas en las que puedes aplicar tu capacidad cerebral total, pero muchos estudiantes obsesionados con el volumen eligen correr como un maratón.
“Si puedo jugar 125.000 manos este mes, superaré esta mala varianza.”
De hecho, la “mala varianza” es en realidad un mal juego causado por tratar de encajar 125.000 manos en un solo mes. Podría escribir mi cuota mensual de diez artículos de poker en un día si realmente quisiera, pero la mayoría de ellos serían basura. Muy a menudo, un estudiante realmente talentoso se obligará a jugar 100k manos C-Game en lugar de 50k manos A-Game. ¿El resultado? Termina en equilibrio el mes en lugar de obtener una ganancia saludable.
Existe una correlación negativa muy real entre el volumen y el rendimiento. Reconoce y presta atención a lo bien que juegas. Intenta explorar cuál es la cantidad máxima de volumen que puedes forzar para jugar antes de que las cosas se vuelvan confusas y tu concentración disminuya. Esta es la cantidad de manos que debes tratar de jugar.
El estudiante asustado
Realmente me siento mal por este estudiante. Él tiene todas las habilidades técnicas y más para vencer en su nivel actual, pero está paralizado por la ansiedad del fracaso. Con mucho gusto se esconderá detrás de una sesión de estudio de tres horas en lugar de dedicar una hora a las mesas. Cuando las cosas empiezan a ir mal, él está fuera de allí, y puede que no haga una sesión de poker por otra semana. El antídoto para este tipo de problema de juego mental es simplemente sentarse allí durante las sesiones malas, dejar pasar los sentimientos de incomodidad y seguir jugando. Lo único que detiene a este jugador es el volumen. La cura psicológica implica re configurar la creencia fundamental del culpable detrás de su renuencia a jugar:
‘Si no lo intento no puedo fallar’.
Esto debería cambiarse a:
‘Si no lo intento, ya he fallado’.
La Víctima
La víctima cree firmemente que el fracaso es inevitable, pero no es su culpa. No está dispuesto a asumir la responsabilidad por su falta de autocontrol y no se da cuenta de lo poco de su conjunto de habilidades que lleva a la mesa. La mala suerte tiene un efecto muy fuerte en la víctima, transformándolo rápidamente en un jugador perdedor. Este tipo de jugador casi nunca ve sus errores o revisa sus propias manos de una manera responsable. En cambio, su tiempo de estudio implica ingerir material nuevo que puede entender en principio pero no utilizar en las mesas en el calor de la batalla. Cuando le pregunto a la víctima sobre su línea en una mano donde creo que cometió un gran error, siempre hay una excusa.
“Este tipo realmente estaba fuera de lugar ese día”.
O:
“Debo haber tenido una buena lectura”.
La víctima debe comprender que la disparidad entre su nivel de habilidad y sus resultados se debe a su propia actitud y no a la varianza. Su memoria selectiva le impide buscar la verdad. Al ver solo aquellas situaciones donde el mazo favorecía a sus oponentes, crea la creencia fundamental fatal:
“Estoy indefenso”.
Es este sentimiento el que impide que la víctima realmente le dé todo en el poker. En cierto sentido, es una versión más auto compasiva del estudioso asustado; Él simplemente reemplaza el estudio de gemidos.
Sufrí de esta personalidad de poker al principio de mi carrera. La solución fue dejar mi ego y darme cuenta de que había una gran diferencia entre el nivel de habilidad y la calidad de decisión en la mesa.
