3 situaciones en las que se usan sobreapuestas
La sobreapuesta es uno de los conceptos de poker más complejos para los jugadores principiantes y quienes juegan por diversión. Puede resultar sumamente difícil hacer frente a una sobreapuesta, y también es un desafío ejecutarla correctamente.
Sin embargo, una vez que logras entenderla, es sin duda una de las jugadas más fuertes que un jugador de poker puede realizar.
Pero, ¿qué es una sobreapuesta? ¿Por qué la usan los jugadores? ¿Y cuándo deberías usar una?
¿Qué es una sobreapuesta?
En pocas palabras, una sobreapuesta en el poker implica que un jugador realice una apuesta mayor que el tamaño del pozo.
Por ejemplo, si el pozo es de US$10 y un jugador apuesta US$15, está realizando una sobreapuesta por el 150 % del pozo. Esto excede los tamaños de apuestas más habituales, como un tercio o una mitad del pozo, y suele usarse con más frecuencia cuando se juega al poker con pilas grandes, ya sea en las primeras etapas de los torneos o en las partidas regulares.
Los tamaños de sobreapuestas frecuentes pueden ser de un 125 %, un 150 % e incluso un 200 % del pozo.
Lo que hace que la sobreapuesta sea tan difícil de encarar son las probabilidades que tienes. Si te toca hacer frente a una apuesta de medio pozo en el river, solo tienes que jugar correctamente el 25 % de la veces para que igualar te resulte rentable. Eso se debe a que el monto que tienes que poner en el centro para igualar equivale a un cuarto del pozo una vez que igualas.
Pero si te enfrentas a una sobreapuesta del 150 % del pozo, al igualar tienes que jugar correctamente un 37 % del tiempo para que te resulte rentable. Además, estás poniendo en riesgo más de tu pila para igualar.
Como “sobreapostador”, estás aportando más fichas al pozo con tus manos más fuertes y al mismo tiempo le impides a tu contrincante cualquier expectativa de ganar que pueda tener, ya que has logrado que le sea más difícil igualar. Por lo tanto, la sobreapuesta también funciona bien cuando se usan faroles.
Pero, ¿en qué situaciones durante el juego deberías plantearte realizar una sobreapuesta?
Echemos un vistazo a tres de ellas.
La ventaja de la mejor mano
Una de los mejores ocasiones para sobreapostar se da cuando tienes la “ventaja de la mejor mano” ante un contrincante. Eso significa que tienes todas las manos más fuertes posibles en tu rango y tu contrincante, no.
Supongamos que abres la mano, la ciega grande iguala y el flop es K♠ Q♥ 5♣ . En esta mesa, puedes tener todos los tríos, pero como tu contrincante no resubió antes del flop, es muy poco probable que tenga reyes o reinas de mano.
Entonces realizas una apuesta de continuación del 33 % del pozo y la ciega grande iguala. El turn trae un 6♠ .
Como tienes una gran ventaja de rango en esta mesa, podrías plantearte realizar una sobreapuesta, ya sea que tengas una mano fuerte o no. Esto ocurre porque tu rival casi nunca tiene la mejor mano, pero sí podría tener una con una gran expectativa de ganar, como Q♠ 8♠ , que ya se ha convertido en un proyecto de color.
Al sobreapostar, puedes obtener el máximo valor por tus manos fuertes a la vez que impides que tu contrincante tenga expectativas de ganar si termina retirándose.
Sin embargo, en este ejemplo, es poco probable que tu contrincante se retire ante un segundo par y un proyecto de color.
Pero, ¿qué ocurre si en el turn hubiera un “ladrillo” (carta inofensiva), es decir, una carta que no cambia la configuración de la mesa?
Ladrillos
Si eres el agresor en una mano y el turn o river es un verdadero ladrillo, podrías considerar una sobreapuesta.
Eso es porque es muy poco probable que la mano de tu contrincante haya mejorado con la carta ladrillo y, por lo tanto, puedes ejercer máxima presión con una sobreapuesta.
Así que la próxima vez que juegues en un pozo donde hayas abierto la mano antes del flop y continuado en el flop, pregúntate: ¿ha cambiado algo la carta del turn?
Ya sea que tengas una mano fuerte o no, una sobreapuesta podría resolver la jugada. Ya sea que tu contrincante iguale y tú acumules un enorme pozo con una mano muy fuerte (creando un posible all in u otra sobreapuesta en el river), o que se retire ante la presión y te lleves el pozo tras un farol.
Usar faroles
Las sobreapuestas tienen un efecto muy polarizador. Cuando haces una, de hecho estás demostrando que tienes una mano muy fuerte o estás usando un farol.
Lo lindo es que dado que tu contrincante no tiene buenas probabilidades de igualar una sobreapuesta, tendrá que estar muy seguro de que estés usando un farol para igualar.
Digamos que el river trae una escalera que solo tú puedes tener como agresor. Por ejemplo, subes antes del flop, apuestas un flop de 2♠ 4♣ 9♥ , apuestas de nuevo en un turn con K♦ y el river es 3♦ .
Es casi imposible que tu contrincante llegue al river con as-cinco o cinco-seis para formar una escalera, ya que es probable que la descarte ante una apuesta en el turn. Como agresor, sin duda tienes as-cinco del mismo palo en tu rango.
A la larga, solo asegúrate de combinar tus sobreapuestas entre apuestas de valor y faroles para mantener desorientados a tus oponentes.
