3 señales de que necesitas hacer más resubidas
En su receta del éxito, cualquier jugador que gane un gran torneo de poker incluirá un ingrediente mágico: agresividad oportuna.
Simplemente no puedes llegar hasta el final sin eso.
Piénsalo. ¿Cuántas veces avanzaste en un torneo simplemente siendo conservador, esperando manos altas y luego jugando esas manos con agresividad? Muchas, muchísimas, seguramente.
Pero, ¿con qué frecuencia llegas hasta el final y ganas en esos eventos? Probablemente no tan seguido como quisieras.
Todo tiene un por qué. Quizás no juegas con suficiente agresividad ni presionas lo suficiente a tus contrincantes.
El primer paso para intentar mejorar tu juego agresivo es la resubida. Y es muy fácil saber cuándo no resubes lo suficiente.
Aquí tienes tres señales fáciles de reconocer de que necesitas hacer más resubidas.
Juegas demasiados pozos con varios jugadores después del flop
Si a menudo te encuentras llegando con tres o más contrincantes al flop, y en posición, es muy probable que no estés resubiendo lo suficiente.
Supongamos que hay una apuesta abierta y otra igualada delante de ti, y que estás en el botón. Si ves flops con varios jugadores demasiado seguido en este caso, significa que casi siempre igualas.
Esto no es necesariamente malo; a veces está bien igualar e intentar ver un flop bajo. Pero en cierta forma, te complicas de más. Jugar con varios contrincantes después del flop no solo es engañoso, sino que, si solo igualas, también dejarás que las ciegas entren apostando poco.
Pero, ¿cuáles son los beneficios de la resubida con manos de fuerza media?
Por una parte, podrías lograr que los demás se retiren inmediatamente. Puede que el jugador que hizo la subida inicial no tenga la mano que desea seguir jugando después del flop fuera de posición, y que el jugador que igualó ya haya mostrado cierta debilidad al no resubir, por lo que su rango está limitado (es decir, es muy poco probable que tenga una mano muy fuerte). Si ambos se retiran, será un gran resultado.
Pero si solo un jugador iguala, tendrás que jugar el pozo heads up en posición con toda la iniciativa. Si tienes una buena mano, podrás seguir incrementando el pozo y obteniendo valor. Si hiciste una resubida suave con una mano más débil de lo que sueles jugar, podrás seguir echando faroles o apostando para ganar más, dependiendo de cómo te conectes con el flop.
Tus resubidas nunca se igualan
Como se mencionó anteriormente, algunas veces cuando resubes y todos se retiran, consigues el resultado ideal. ¿Pero qué pasa si tienes una mano monstruosa, como por ejemplo, de reinas de mano a ases de mano?
En esos casos, lo ideal sería que al menos un jugador te iguale. Y lo que es mejor, querrías que incluso suban tu resubida.
Sin embargo, si esto no llega a darse, es una clara señal de que, en general, no resubes lo suficiente.
Jugar combinando cautela con agresividad es una estrategia sólida casi en su totalidad, pero si solo resubes con lo mejor de tu rango, a tus contrincantes no les costará retirarse cuando lo hagas.
Al ampliar el rango de manos que usas para resubir, te vuelves menos predecible. Incluso alentarás a que suban tu resubida echando faroles.
Solo juegas tus manos sin tener en cuenta a tus contrincantes
Supongamos que resubes una cantidad sustanciosa. Piensa por qué lo estás haciendo.
Si el motivo siempre es que solo tienes una mano muy fuerte, es probable que sigas sin resubir lo suficiente.
Presta siempre mucha atención a tus contrincantes en la mesa y, cuando veas que realizan jugadas dudosas, toma nota de lo siguiente: “Con este contrincante me gustaría enfrentarme en más pozos.”
Ahora podrás empezar a usar la resubida para aislar al jugador más débil. Supongamos que abre la apuesta y la igualan dos jugadores, y se retira antes de tu jugada a la derecha del botón. Lo ideal sería que juegues un pozo heads up en posición contra el jugador que hizo la subida inicial.
¡Entonces haces una resubida no bien tienes una mano viable! Eso obliga al jugador más débil a tomar una gran decisión, y ni hablar de los otros jugadores que solamente igualaron.
Al final del día, las resubidas te convierten en un jugador difícil de enfrentar. Crea pozos grandes y te puede ayudar a que te posiciones no solo para llegar lejos, sino para ganar todo el torneo.
