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Entrar con pocas fichas en partidas regulares

abril 30, 2020
de Pete Clarke

La sabiduría popular dicta que hay que entrar en las partidas regulares con el máximo permitido. En muchos casos, esta entrada está limitada online a 100 ciegas grandes. En los casinos en vivo, normalmente varía entre 100 y 200 ciegas grandes. De vez en cuando te encontrarás con límites de entrada mayores, como el límite de “big stack” o incluso partidas sin límite de entrada. Una partida con límite de “big stack” es aquella en la que puedes entrar (o recomprar/recargar) con la misma cantidad que haya en el mayor montón de fichas de la mesa. Las partidas sin límite de entrada, evidentemente, son aquellas en las que no hay ninguna restricción en la cantidad con la que puedes entrar.

La sabiduría popular tiene sentido. Si asumimos que eres un jugador razonablemente hábil, y que tienes cierta ventaja sobre tus oponentes, cuanto mayor sea el montón de fichas con el que puedes jugar contra ellos, mejor. Que haya más dinero implica mayores botes en turn y river, donde una mayor habilidad se demuestra crucial y las malas decisiones cuestan más. Dicho esto, hay situaciones en las que sentarse con un montón de fichas más pequeño de lo habitual puede tener sentido también. Ahora vamos a hablar sobre tres de estas situaciones.

Efectuar la transición de torneos a partidas regulares

Si eres un jugador de torneos o de Sit & Go que se quiere pasar a las partidas regulares, hay cierta lógica en comenzar este proceso entrando con el mínimo, con pocas fichas. El mínimo suele estar entre 20 y 50 ciegas grandes. Una poderosa razón por la que los jugadores de torneo lo suelen pasar mal en las partidas regulares es el volumen de dinero. A los jugadores de torneo les falta experiencia jugando con más de 100 ciegas grandes, ya que esto solo sucede durante los primeros niveles de los torneos multimesa. Les falta de experiencia jugando los turn y river, ya que, en muchos torneos, las manos suelen acabar o ir all-in antes de llegar a esas calles, sobre todo conforme los torneos avanzan a las fases medias y finales y el tamaño efectivo de los montones se reduce. Incluso para los jugadores de torneos muy buenos, este aspecto de las partidas regulares, el volumen de dinero, pone al descubierto sus debilidades más evidentes. En consecuencia, tiene sentido comenzar la transición jugando partidas conforme a tus propios términos, aprovechando tus fortalezas y jugando con una cantidad de fichas con la que estés familiarizado y que sepas como jugar de forma rentable. A medida que ganes más experiencia viendo jugar con muchas fichas (y participando en el juego cuando acumules un buen montón), te moverás de forma natural hacia las entradas con el máximo permitido y estarás mejor preparado para esas grandes decisiones en el turn y el river que suelen ir aparejadas.

Probar en partidas más grandes

Hay una partida en marcha que tiene una pinta muy jugosa, pero que está dos niveles de apuestas por encima de lo que sueles jugar. ¿Deberías sentarte de todas formas y jugártela, esperando que las apuestas altas no te pongan nervioso ni afecten a tu juego? ¿O deberías dejarla pasar, simplemente porque es demasiado grande y no tienes la suficiente experiencia? Existe otra opción: puedes entrar con pocas fichas. La cantidad que vas a poner en riesgo no va a ser muy diferente a la de tus partidas habituales, pero ahora estás en una gran partida, intentando aprovechar la oportunidad en lo que percibes como una situación favorable, al tiempo que ganas una valiosa experiencia en este nuevo nivel. Mojar solo los pies con una entrada pequeña puede tener sentido cuando simplemente quieres probar, o incluso cuando inicias la transición al siguiente nivel de ciegas.

Sentarse en juegos “deep”, con muchas fichas, contra desconocidos

Hay un casino cerca de mi casa que solía celebrar una partida de 1 $-3 $ con límite de “big stack”. Durante el transcurso de una tarde, con gente recomprando, reponiendo, nuevos jugadores que se unían a la partida y entraban con el valor del montón de fichas más grande, había una gran cantidad dinero sobre la mesa y aparecieron jugadores con montones enormes, “deep stacks”. Yo entraría en esta partida con 300 $, 100 ciegas grandes. ¿Por qué, si los montones de las fichas oscilaban entre las 50 y las 500 ciegas (y la mayoría estaba por encima de las 200)? Muy sencillo: al sentarme con desconocidos, me pareció oportuno en mi caso; tenía sentido empezar con una cantidad de fichas con la que estoy acostumbrado a jugar online. Estoy familiarizado con tamaños de apuesta y líneas estándar de 100 ciegas grandes. Una vez sepa quiénes son los jugadores buenos y quiénes los débiles, tendré la oportunidad de recargar cuando quiera. El segundo jugador empezando por mi derecha, que tiene 1.000 $ delante, ¿está jugando como si fuera a reventar? Perfecto, puedo añadir algo de dinero a mi montón ahora mismo para maximizar mi ventaja en esta situación. O puede que los dos jugadores sentados inmediatamente a mi izquierda, que tienen más de 300 ciegas, sean sólidos, mientras que los débiles que he identificado en la partida tienen todos 100 ciegas o menos. Lo has adivinado: no hace falta añadir más dinero, puesto que ya tengo suficiente para los jugadores débiles. ¿Por qué darles a esos dos jugadores sólidos que tienen posición sobre mí una mayor cantidad de dinero con la que trabajar para complicarme mucho la vida?

Este último ejemplo, el de la partida “big stack” con dos jugadores muy cargados a mi izquierda, es un ejemplo real, me sucedió a mí. Fue una de las pocas veces que no recargué el máximo en esa partida, y después de que me tumbasen, me alegré de haber entrado solo con 100 ciegas grandes. Si esos buenos jugadores sentados a mi izquierda no lo hubieran sido, o si hubiesen tenidos menos fichas, quizá recargar mi montón habría tenido sentido. Pero el argumento en todos estos escenarios es que puedes pagar para recargar tu montón entre manos, en cualquier momento. También me senté otras veces en esas partidas “big stack” de US$1-US$3 y no me hizo falta más que una vuelta para añadir fichas a mi montón sin perder un segundo. Esta aproximación al juego puede que no sea popular, pero, para mí, tiene sentido.

Sentarte en una partida regular con pocas fichas, o con significativamente menos de lo que las que podrías haber comprado, no está de moda. Hay algunos jugadores que fruncirán el ceño, pero, seamos honestos, a veces los egos no dejan tener en cuenta los beneficios de esta aproximación, o no se plantean por qué puede ser correcta si se dan ciertas circunstancias. Olvídate de tu ego y no escuches a los detractores; haz lo que sea mejor dada tu situación y tu bankroll para tener la mejor oportunidad de tener éxito. Algunas veces bastará con entrar con el máximo permitido. Pero no tiene por qué ser así, así que no limites tus propias opciones si entrar con pocas fichas tiene sentido en la situación a la que te vas a enfrentar.

 

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