La cuarta calle

En un artículo anterior quedó de manifiesto que la selección adecuada de la mano inicial es comparativamente complicada en Seven Card Stud. Esto ya parte del hecho de que uno puede formar casi 17 veces más combinaciones de manos iniciales que en Texas Hold’em (para ser más exactos 22100 en comparación con 1326). Si tiene parejas en las manos iniciales, debería tratar de mantener el número de jugadores activos de forma tan reducida como sea posible. En el caso de los proyectos, resulta más efectivo jugarlos en una acción múltiple debido a las pot odds.

 

La situación en la cuarta calle aporta un criterio adicional que necesariamente tiene que tomar en consideración. En la cuarta calle, la posición cambia en la mayoría de las manos. Si en la ronda de inicio la carta descubierta más baja era la que tenía que aportar la apuesta forzosa, en la cuarta calle es el que tiene la carta más alta el primero en tomar la palabra. Por este motivo, es factible que ahora uno pase de una posición avanzada a una posición prematura y tenga que entrar en acción como primer o segundo jugador.

La estrategia ocupada en la cuarta calle tiene como objetivo reducir el número de adversarios como preámbulo de las rondas de apuestas posteriores en la quinta y sexta calle y, además, reunir la mayor cantidad de información posible sobre la calidad de las manos de los adversarios. En la cuarta calle, las apuestas y las subidas se mueven aún dentro del límite inferior. Para obtener la misma información que conseguirá ahora mediante una apuesta, tendrá que pagar el doble en la siguiente ronda.

En la cuarta calle se distinguen también las manos hechas, como un trío, doble pareja o una pareja y los proyectos. Dependiendo de la cuarta carta, los proyectos pueden transformarse en manos muy fuertes, que a menudo resultan favoritos frente a una pareja o una doble pareja.

Manos hechas en la cuarta calle

En Seven Card Stud, como en todas las demás variantes de poker con límite, también debería jugar cuando está convencido de que tiene la mejor mano. Los proyectos y las parejas malas no deberían recibir entrada gratuita a la cuarta calle, y naturalmente, uno quiere agrandar el bote en la posición del favorito o, en el mejor de los casos, ganar sin ir al showdown mediante el retiro de los otros jugadores.

No obstante, existen dos excepciones en las que resulta sensato hacer un slow play en la cuarta calle. Si en la mano inicial recibe un trío y en la primera ronda de apuestas ya ha decidido jugarlo de forma lenta, entonces sería conveniente que continúe esta estrategia durante la cuarta calle, mientras no esté jugando en varios frentes (es decir, con muchos jugadores activos), por tanto contra varios proyectos posibles. Una subida eventual en la quinta calle provocará que todos los adversarios que se han mantenido en el juego aporten el doble al bote. La segunda posibilidad para un slow play se presenta cuando uno ha jugado una pareja oculta como mano inicial y en la cuarta calle se compra el trío. La carta estará libre de toda sospecha para sus adversarios porque no guarda ninguna relación con la carta abierta anterior. Esto es válido especialmente cuando hay una elevada probabilidad de que apuesten los jugadores agresivos, ubicados en posiciones tardías.

El juego de la doble pareja en la cuarta calle

Si tiene doble pareja también debería tender a jugar de forma más bien agresiva. Si uno juega contra una pareja superior manifiesta, será levemente favorito con aproximadamente 55%. Sobre todo cuando se tiene una doble pareja es conveniente reducir el campo de juego de los jugadores activos lo más posible. En este caso, una pareja superior sólo abandonará la mano y se retirará en casos muy contados. Sin embargo, a los jugadores que tienen proyectos habría que encarecerles lo más posible el valor de la próxima carta.

Tenga cuidado cuando uno de los otros jugadores encuentre una pareja para su carta abierta. Si éste ha estado dispuesto a pagar una completa y una subida con su mano inicial, entonces es posible que ahora haya formado un trío. Si se genera una fuerte acción en forma de subida y resubida entre un jugador que concretó una pareja con sus cartas descubiertas en la cuarta calle y otro jugador que tiene una carta más alta que nuestra doble pareja, entonces puede ser conveniente que en ciertas circunstancias renuncie de inmediato a la doble pareja en la cuarta calle, especialmente si ha visto una o dos cartas descubiertas de la doble pareja en poder de otros jugadores. Si en este momento se ha decidido a seguir en medio de esta gran acción, ya no podrá salvarse en el desarrollo de la mano, y nuestra doble pareja quedará totalmente en desventaja frente a un trío.

Una pareja en la cuarta calle

La mayoría de los errores cometidos en la cuarta calle en Seven Card Stud se hacen con una pareja. Normalmente las apuestas precedentes debería permitirle obtener un panorama bastante exacto de la calidad de las manos de los jugadores que aún siguen activos. De este modo, si prevé que en este momento se enfrentará con una pareja que es probablemente más alta que la suya, debería seguir jugando la mano solamente cuando se cumplen las siguientes condiciones:

  • Tanto la pareja como las cartas de acompañamiento están completamente vivas,
  • las dos cartas de acompañamiento son más altas que la supuesta pareja del adversario y
  • la acción llega como máximo con una subida, es decir dos apuestas.

Si se cumplen todos estos requisitos, le recomendamos que juegue de forma más bien pasiva y solo iguale.

Si en la cuarta calle su pareja es probablemente la mejor mano, entonces debería apostar agresivamente.

Proyectos en la cuarta calle

El juego de los proyectos en la cuarta calle depende decisivamente de si la calidad de la mano respectiva ha mejorado o no. Los proyectos que no han mejorado en la cuarta calle sería mejor abandonarlos de inmediato y retirarse, incluso frente a una simple apuesta. Si uno ha comenzado un proyecto de color, por ejemplo, y en la cuarta calle no recibe una carta del mismo palo y tampoco un proyecto de escalera o una pareja, entonces no lo piense más y arroje su mano. El pago de más apuestas con la esperanza de recibir algo le saldrá caro a la larga y a largo plazo marcará la diferencia entre ganadores y perdedores.

Inversamente, un proyecto también puede transformarse en la cuarta calle en una mano muy fuerte. Si ha partido con un proyecto de color y en la cuarta calle ha comprado para ello la cuarta carta del mismo palo, ya es de inmediato el favorito en una confrontación frente a una pareja más alta con aproximadamente 59%, incluso aun cuando ninguna de sus cartas sea más alta que la pareja del adversario. En este caso, también debería tratar de concretar su proyecto con la agresividad que corresponde, es decir, apostando o subiendo la apuesta del adversario. Lo mismo es válido para un proyecto de escalera que se ha transformado en la cuarta calle en un proyecto de escalera abierta directo.

 

Si se la compara con Texas Hold’em, la situación de la cuarta calle de Seven Card Stud equivale al reparto del flop. Ahora hay que decidir si uno desea seguir jugando la mano y si bajo ciertas circunstancias está dispuesto a invertir una cantidad considerable en el juego.