Ingresando en la mano

Antes de comenzar a leer estas líneas nos toca recordar lo que ya sabemos sobre el juego preflop. Tenemos que evaluar la fuerza de nuestra mano, nuestro stack y la posición en la mesa y obrar en consecuencia. También tiene que influir en nuestra decisión lo que nuestros rivales han hecho antes que nosotros y lo que intuimos que pueden hacer los que quedan por hablar.

 

 

Llegados a este punto, nos encontramos con otra de las virtudes que tiene que cultivar cualquier jugador de poker. Mucho más si aspira a poder jugar de forma seria al Texas Hold’em. Algo tan importante como la paciencia, incluso más, la capacidad de estar atentos a todo lo que ocurre en nuestra mesa. Como nadie tiene una memoria infinita debemos desde el principio cultivar la sana costumbre de tomar notas.

Cuando un jugador ha entrado en el bote debemos suponer que tiene una mano que considera jugable .Dado que el rango de manos que los jugadores de microlímites van a considerar válidas es muy variable, nuestras notas serán importantes para completar la información que tenemos.

En ausencia de notas, podemos suponer que si un jugador entra en la mano subiendo considera que su mano es buena y quiere jugar un buen bote. Si entra haciendo un simple call es muy probable que quiera ver un flop barato ya que su mano es débil.

EL TAMAÑO DE LAS SUBIDAS

Como en cualquier otra modalidad de Texas Hold’em, no existe un tamaño correcto de nuestra apuesta preflop, pero sí podremos considerar unas reglas básicas que nos pueden ayudar a decidir el tamaño correcto.

Si somos los primeros en entrar en una mano, debemos hacerlo subiendo. El tamaño de nuestra apuesta puede oscilar entre tres y cuatro ciegas grandes. Si vemos que nos pagan esas apuestas podemos salirnos de la ortodoxia y apostar aún más para generar botes más grandes con nuestras manos, ya que vamos a jugar un rango muy cerrado, como vimos en –link preflop essentials–.

Si por delante de nosotros ha entrado alguien en la mano igualando la ciega grande (lo que llamamos por su termino en inglés hacer limp) y decidimos entrar en el bote subiendo, debemos añadir esa ciega a nuestra apuesta habitual. Así, si apostamos 3 BB y tenemos un jugador que ha hecho call por delante de nosotros, nuestra apuesta sería de 4 BB. Si se trata de dos jugadores, nuestra apuesta será de 5 BB.

Si nos encontramos con una subida inicial (o raise) que queremos resubir (lo que se conoce por su término inglés como three bet o 3bet) normalmente nos interesará subir 3 veces su apuesta inicial. Esto lo haremos independientemente de cual sea nuestra mano, para evitar que el tamaño de nuestra apuesta pueda delatar la fuerza de la misma.

Juego en Botes Abiertos

Si somos los primeros en entrar en un bote, lo haremos subiendo la mano tres o cuatro veces la ciega grande. Nuestro juego va a ser, en su mayoría, por valor. No abriremos manos especulativas que tengamos que abandonar con frecuencia. Así evitaremos que nuestro stack se desgaste.

En posiciones finales, la estrategia cambia. El rango de manos que juguemos será más amplio. Puede ser interesante reducir el tamaño de nuestra apuesta a 3 BB o 2.5 BB.

En estos casos contaremos habitualmente con la ventaja de la posición. Por tanto, nos puede interesar mantener un bote lo más pequeño posible para, una vez visto el flop y la acción de nuestros rivales, decidir cómo queremos continuar la mano.

Jugando contra los Limpers

Cuando a un jugador le llega la acción y en lugar de subir, solo completa el valor de la ciega grande, está haciendo limp. De ahí que a esos jugadores los conozcamos por su nombre en inglés como “Limpers”.

De forma general, este comportamiento implica debilidad, con lo que si tenemos posición frente a ellos, deberíamos subir la apuesta (sumando una ciega por limper a nuestra subida habitual). Especialmente con nuestras manos fuertes.

Cuando nos llega la mano después de que un jugador haya limpeado, y tenemos manos especulativas, sobretodo en posiciones finales. Podemos considerar hacer limp también y buscar un flop barato. El bote ya contiene una cantidad importante de dinero y nuestras pot odds mejoran.

Jugando contra un Raiser

Cuando un jugador entra en la mano subiendo o haciendo “raise”, por su nombre en inglés, lo conocemos en el argot como un “raiser” o agresor. Normalmente nos está demostrando fuerza, con lo que debemos adaptar nuestra selección de manos. Cuando nos estamos familiarizando con el juego, nos interesa enfrentarnos a ellos solo con manos realmente fuertes.

Las manos fuertes y especulativas, incluso cuando tenemos posición, deben ser jugadas con cautela. Sobre todo en posiciones tempranas de la mesa, ya que será complicado conectar nuestra mano y sacarle valor. Además, nos exponemos a una resubida por parte de alguno de los jugadores que quedan por hablar.

Del mismo modo, cuando consigamos conectar en el flop una mano media o fuerte, que no sea la mejor mano, será complicado poder decidir sobre si tenemos la mejor jugada o vamos por detrás.